Nadie puede negar que esta es una era de conquistas en materia de derechos y ya viene siendo hora de que escuchemos a los oprimidos mullidos. A continuación compartiré el manifiesto con el que me topé y siento que conmoverá hasta al ser más rígido.

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LAS ALMOHADAS TENEMOS DERECHOS

Nosotros, los rellenados, alzamos la voz para que se nos reconozca pues nos sentimos invisibilizados.

En estos tiempos pandémicos que nos tocan vivir, inundados como estamos de malas noticias y de estadísticas, pareciera que sólo servimos de sostén y no se nos reconoce en nuestra compleja y completa actividad.

No solamente acompañamos crisis de llantos post tratamientos infructuosos, sino que además soportamos que nos muelan a puños cuando la obra social no cumple con lo que la ley de Reproducción les obliga. Nos fuerzan a realizar pruebas aeronáuticas cada vez que salimos despedidos al ser revoleados en un acto de descarga energética incontenible.

Somos en quienes depositan sus deseos y expectativas al finalizar el día y al comenzar cada mañana. Damos cobijo y estamos disponibles 24×7 por si en cuarentena se presenta alguna siesta inédita.

Servimos, también, de sostenedor de ojetes cuando intentan desafiar a la ley de gravedad cada vez que necesitan levantar la pelvis para colaborar con la fecundación. Ahí estamos acompañando esa teoría que no ha podido ser comprobada en la ciencia. ¡Maldición!, ¡ya saben que hacer eso no sirve de mucho! ¡mierda, carajo!, pero ahí estamos siendo parte de sus sueños y esperanzas, haciendo lo que tenemos que hacer junto a ustedes: dándole ángulo empinado al cuello del útero para hacer el viaje espermático más fácil.

Hemos sido babeados por siglos, es por eso que hoy venimos a pedirle a la sociedad toda:

Lávennos y cámbiennos las fundas más seguido. Cósannos cuando se nos abran las costuras. Tírennos Lysoform cada tanto. Sean más suaves al acomodarnos en la cabecera de la cama y por el amor de deos, cuando ya no nos quede más para ofrecer, otórguennos una jubilación digna que no necesariamente sea la de ser la pareja de la mascota de la casa.  

La magia de la ilustración fue obra de @maricelfdibujos autora de La cigüeña “el cuento”


Soy Maru Pesuggi, autora del libro ¡Que me parta un Milagro!, me tocó atravesar un largo camino hacia la maternidad y hoy sigo acompañando el viaje de otros…

¿Todavía no lo leiste? El libro: http://libro.quemepartaunmilagro.com.ar

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