Uno de los tantos procesos a los que me llevó la reproducción asistida, fue a conectarme muchísimo con mis orígenes. ¿Te pasó?

Tal vez por el hecho de aceptar cuánto me estaba costando tener mi propia descendencia entonces valoré casi de forma urgente mi ascendencia. 

Tuve la suerte de poner conocer a mi bisabuela y hablar muchísimo con ella, atesoro cada recuerdo. Pero se fue antes de que a mí se me presentara esta urgencia. Intenté armar un árbol genealógico con lo que se acordaban mis viejos, con otro aporte de mis abuelos maternos… busqué tíos abuelos de mi papá a los cuales stalkeé un poco por Facebook para que me dieran bola…

En mi búsqueda por conocer aunque sea el nombre de quienes aportaron en algo y de quienes vengo, pude reencontrarme con la hermana de mi bisabuela: Basilia Barone.

Tan generosa ella, me recibió incontables veces en su casa y compartimos meriendas largas en las que me contó con sumo detalle su historia, una historia que recuerda lúcida, sus padres y abuelos (mis tátara, tatarabuelos!) y yo, en un digno intento de periodista, anoté cada una de sus palabras porque no había chances de que confiara en mi memoria.

Recuerdos, fotos, imaginarme sus paisajes, de dónde vinieron, cómo eran sus costumbres, su cultura, otros tiempos… todo.

Hace poquito cumplió nada menos que 100 años. Un siglo de Basilia Barone, que sin saberlo, me ayudó tanto ¡tanto! en mi camino, en mi búsqueda y en mis procesos más internos.

¡Felicidades tía bisabuela! Compartimos tangencialmente la sangre, pero siento tu cariño por todas mis venas.


Soy Maru Pesuggi, autora del libro ¡Que me parta un Milagro!, desde mi propia búsqueda quiero acompañarte en tu camino.

¿Todavía no lo leiste? El libro: http://libro.quemepartaunmilagro.com.ar

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