Su deseo parecía obligación cuando entendió que el eje de su vida se había movido unos inesperados grados.⁣

Supo que debía seguir con su rutina pero no pudo evitar detenerse. No necesitó pensarlo porque vivía con eso. Notó que una palabra se repetía sin parar, como título de Cortazar, y las sintió como bruscos desaceleres.⁣

«Pero»⁣

Empezó con el deseo. “Quiero ser mamá, ¿qué te parece encarar este proyecto?”, resumió en una pregunta a su compañero. Pero apareció un problema.⁣

Buscaron pero no llegó.⁣
Fueron por respuestas pero aparecieron preguntas en forma de estudios y laboratorios.⁣
Recibieron los resultados pero algo estaba fuera de la norma.⁣
Quisieron resolverlo pero la medicina aún no encontró la manera.⁣
Le ofrecieron alternativas pero les daban miedo.⁣
Se animaron pero pasó el tiempo.⁣
Reservaron sus problemas, pero fueron foco de preguntas y prejuicios.⁣
Les indicaron hacer tratamientos, pero se chocaron con una ilegal burocracia.⁣
Comenzaron con los tratamientos, pero suspendieron por baja respuesta.⁣
Volvieron a intentarlo, pero el médico entorpeció el ciclo con interferencias ineficientes.⁣
Ella recolectó información de varios lugares, pero sólo eran mitos.⁣
Cargó con la culpa, pero se ayudaron a cada paso.⁣
Punzaron ovocitos, pero no fertilizaron todos.⁣
Hubo embriones, pero no llegaron todos a blastocistos.⁣
Hicieron una transferencia, pero dio negativo.⁣
Se le hicieron trizas las ilusiones, pero volvió a armarse.⁣
Casi sin fe fueron por otro blastocistos, pero la beta dio positiva.⁣
Era positivo, pero había que esperar a que la beta duplique.⁣
Duplicó, llegaron a las 12 semanas, pero no había latidos.⁣
Una parte de ella perdió el color para siempre.⁣
Aprendió a convivir con el dolor, pero siguió adelante.⁣
Estaba sumergida en incertidumbre y frustración, pero aprendió a hacer humor con lo que podía para seguir adelante.⁣
Otra transferencia, otro positivo, otra ecografía, un parto.⁣

Cambió para siempre, aprendió y se construyó.⁣

Y entonces entendió el ‘pero’, pero ese que se pinta de arcoíris…⁣

Costó más de lo que se habría imaginado 𝐏𝐄𝐑𝐎 VALIÓ LA PENA.⁣


Soy Maru Pesuggi, autora del libro ¡Que me parta un Milagro!, me tocó atravesar un largo camino hacia la maternidad y hoy sigo acompañando el viaje de otros…

¿Todavía no lo leiste? El libro: http://libro.quemepartaunmilagro.com.ar

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