Felicidad y entusiasmo brota por las redes en estas épocas -a pesar de la pandemia-. Las empresas y los emprendedores ponen toda la carne al asador y comienzan los sorteos por el día de la Madre. Uno tras otro: ropa, accesorios, desayunos y agasajos, electrodomésticos (si, posta siglo XXI y las tareas domésticas a cargo de la madre, anyway) y más.

Entre las condiciones para participar y hacerse del premio, muchas veces hay que etiquetar a personas en las publicaciones.

Entonces esa amiga, pariente, vecina y/o (des)conocida, comienza a etiquetar a mansalva a todos sus contactos con el fin de ganarse el objeto de su deseo: el premio.

Y a vos, que ya estás articulando tus acciones a corto plazo para hacerle un mimo a tu mamá (o recordar a la que ya no está) y también poder sobrevivir lo más enteramente posible a esta fecha que te pone en la jeta un cartel luminoso con flechas que te señala un “todavía no”, te llegan notificaciones de que fuiste etiquetada en el sorteo de una faja postparto, porque toda madre merece sostener sus carnes con el delicado algodón egipcio made in Eleven.

COPADO. Gracias.

Si bien en la mayoría de los casos estas fechas nos generan un enorme sensación de vacío y frustración, antes bastaba con evitar las redes sociales el día D y pasarla lo mejor (o “menos peor”) posible… pues la vida siempre regala nuevos desafíos para que no nos aburramos: ahora hay que comerse la etiquetada compulsiva.

Muchas veces me escriben personas preguntándome cómo pueden acompañar a esa mujer o pareja que están en búsqueda de tener un hijo… hoy tengo una sugerencia súper sencilla: DEJEN DE ETIQUETAR A TODO EL FUC*ING MUNDO EN LOS SORTEOS DEL DÍA DE LA MADRE… no se imaginan el garrón que algunas pueden llegar a sentir.

Si formás parte del otro porcentaje de la torta (status mechupaunhuevismo), no te quedes quieta, participá de todos los sorteos, tal vez te ganes alguno… recordá hermana: de arriba todo, menos un rayo.

Que nos parta un Milagro.


Soy Maru Pesuggi, autora del libro ¡Que me parta un Milagro!, me tocó atravesar un largo camino hacia la maternidad y hoy sigo acompañando el viaje de otros…

¿Todavía no lo leiste? El libro: http://libro.quemepartaunmilagro.com.ar

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