Uno de los grandes misterios de la Reproducción Asistida nos habla del ‘hiperalertismo’ que nos invade en la betaespera.

La Beta, período de dos semanas en el que un poco de aire intestinal nos eleva el optimismo al máximo porque imaginamos que es una reacción espontánea del útero al anidarse un embrión, y no una simple flatulencia; o que el dolor e inflamación de las gomas nos lleva a la depresión porque anticipamos que la tía Colorada está por llegar.

Dice esta leyenda urbana que algunas mujeres pecan de ansiosas y para combatir el hiperalertismo empiezan con los pipitest unos días después de la transferencia o inseminación, logrando de esta forma, elevar a la estratósfera las ganancias de los fabricantes, porque ni siquiera un negativo es contundente en tan temprano momento de la espera.

Yo, por lo pronto, confirmo todas las reglas del misterio. Y entre tanto entresijo y hormonas, podrían inventar una cosa nueva, como el «Betazepam», algo que te miorrelaje los sesos -sin interferir en todo el resto-, así se hace más llevadera la espera… ¿qué opinan?

Soy Maru Pesuggi, autora del libro ¡Que me parta un Milagro!, desde mi propia búsqueda quiero acompañarte en tu camino.

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