De pie, presento esta historia, V.V. tiene 39 años es una abogada que vive en Buenos Aires. Tiene muy baja reserva (y calidad) ovárica y Marido azoospermia secretora.
Sin embargo, han pensado, elegido, aceptado y avanzado… solo falta que a esta historia llegue su final-comienzo feliz. Decime qué maravilloso que es que te abran así la puerta de su corazón para que te lo cuenten con total sinceridad. Gracias, ¡gracias V.V. de corazón!
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Desde que nos conocimos supe que él no podía tener hijos, por lo que había adoptado hace 18 años a su preciosa hija, mi nueva compañera de vida, que vive con nosotros, ya que su mamá falleció hace unos años. También supe, porque fue muy conversado, que yo quería ser mamá con él y que él quería tener otro hijo conmigo, que ambos, de algún modo u otro ampliaríamos esta familia que me cayó del cielo.
También supe que su hija, M, quería un hermanito.
Nos casamos (fue una ceremonia y fiesta hermosas, nunca en mi vida me imaginé vivir una felicidad tal ) y me fui a vivir con ellos. Habían pasado muchos años desde que él había adoptado, tal vez …la ciencia había avanzado mucho, tal vez algo se podía hacer… Fuimos a una médica que nos recomendaron en un Centro de Fertilidad y arrancamos los estudios. Primero los de él: confirmaron su azoospermia y puntualizaron lo que no sabíamos: que era secretora. No se podía utilizar su semen.
Mi diagnóstico: muy baja reserva ovárica. Acudimos a un Banco de Esperma (costó asimilar un poco, a mi más que a él y luego, lo acepté, porque era una posibilidad que se abría). Sabíamos que intentarlo con mis óvulos era difícil, nuestra médica nos lo informó, pero apostamos igual, y comenzamos, tomé DHEA..
Primera inseminación artificial: 7.05.16, la segunda fue el 23.07.16. Y ahí mi médica sugirió seguir con Tratamiento de Alta Complejidad (ICSI), y así llegamos al Primer Tratamiento de Alta Complejidad, el 7.10.16, sólo un óvulo de 3 se fertilizó y luego la tía colorada llegó antes de lo previsto. Sentí que fue un choque de frente, no me olvidaré más el impacto de ese golpe, nos hirió mucho…pero seguimos y volvimos a intentar nuestro Segundo ICSI en abril del 2017, me transfirieron en aquella oportunidad 2 embrioncitos, test de embarazo positivo, beta con un valor muy bajo, «embarazo bioquímico» que le dicen, ¡vaya uno a saber qué es!! Dolió tanto, tanto…
Y ahí sentí que empezó un nuevo camino, porque ahí supe que mi deseo de maternidad, mi convicción de ser mamá, y de mi marido de volver a ser padre, mi llama interna, estaba por encima de cualquier fracaso, de cualquier NO. Mi médica nos sugirió pensar en la ovodonación. Mi marido dijo que SI, de una, sin dudarlo y con una determinación que no conoce límites. Yo dudé. Me pregunté si había dado todo por intentar con mis óvulos… Pensé… Repensé y escribí esto (tengo un cuadernito en el que escribo a mi futuro hijo):
«9.04.17. Aprendiendo que hay caminos que se cortan, que quedan ahí, que ya se transitó lo que había que transitar. Aprendiendo a revertir lo «irreversible». Sí, es posible: tomando otros caminos mi amor, mirando hacia adelante y confiando en esa convicción que sólo da el deseo verdadero.
¿Qué me gustaría que tengas de mí? Es una pregunta que resuena en mi cabeza y en mi corazón desde hace unos días…
mi mirada, mis ojos? o una mirada amorosa y valiente de la vida…
mi sonrisa, mi boca? o alegría para vivir y afrontar los desafíos que la vida presente…
mis pies, la forma de mis piernas? o un caminar único, firme y que des pasos que sólo a «vos» te representen..
mis manos, mis dedos? o generosidad y compromiso con los demás, al servicio de los que más lo necesiten…
mis gustos, mis hobbies, mis placeres, mi personalidad, mi sentir? o que agrandes tu corazón con sentimientos nobles, que tengas honda capacidad de amar sin miedos, que aprecies y honres la vida cada día, y lo fundamental: mucha calma, que lo «bueno de la vida» se saborea despacio y lo «malo» se digiere lento, para poder «aprehenderlo» y capitalizarlo…»
Y seguí atravesando mis fronteras internas, y seguí «estirándolas»… les pedí (y les sigo pidiendo) a Dios a la vida, al cielo y los que me miran y acompañan desde allá que hagan fuerza, que no me importa que nuestro hijo tenga nuestros genes, que sólo deseo llevarlo en mí vientre, sentirlo, y que vivamos un embarazo y un parto, de darle de mamar sintiendo su calorcito y su suavidad, en mi pecho…
Tuvimos en enero último nuestro primer tratamiento con doble donación, sin el resultado esperado… Fue la peor beta de nuestras vidas, caminamos por las paredes y ahí conocí el blog tuyo querida Maru… siempre hay una lucecita que nos ilumina el camino…
Ahora estamos con diversos estudios médicos, hematológicos e inmunológicos, pidiendo presupuestos, analizando, investigando, leyendo, recargándonos de fortaleza, de energía, de amor, de esperanza, de fe… para volver a intentarlo…
Los sueños no se abandonan…nunca.[/su_quote]
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