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Tu nombre: Laura Roldán SánchezDe donde sos: España
A que te dedicás: En paro
Que es lo que más te gusta hacer: Bailar
Que es lo que menos te gusta hacer: Limpiar
La anécdota más graciosa que te haya pasado: Cuando eramos mas jobenes mi marido y yo y cuando todo era embobamiento y verguenza, me dio por darle un masaje en su espalda y al reirme solté un gran pedo sobre su espalda,jajajaja,es asqueroso pero muy gracioso,jajaja,el disimuló y mas tarde me lo dijo,yo pensé que no lo notó, pero sí, lo notó,jajajaja
Respecto a la fertilidad: es algo que ninguna pareja deveria pasar,es horrible y muy doloroso,ojalá no existiera Fecha en la cual empezaste a buscar: 2008
Diagnostico: infertilidad femenina: soy baja respondedora,tengo baja reserva,y mala calidad ovocitaria.
Infertilidad masculina: Azoospermia de origen desconocido
Tratamientos: 1°ICSI, 2° ICSI cancelada por baja respuesta, 6 IA
Que es lo mejor que te pasó en todo este tiempo: He conocido a personas maravillosas, las cuales aprecio mas que a gente mas cercana,también me ha servido para ver que soy mas fuerte de lo que pensaba.
Que aprendiste hasta hoy: A tener muchisima paciencia y a ser mas fuerte aún.
Como conociste el blog: Pues lo conocí mediante una persona la cual Maru y yo adoramos,que se llama Ana,ella me dijo que vivitara este blog porque me haria reir y desconectaria del mundo de la infertilidad traumatico.Es un blog maravilloso en el cual Maru convierte un problema en algo gracioso y eso hace olvidarte de todo esto
Que es lo que más y menos te gusta:De verdad no es por hacer la pelota pero me gusta todo,su simpatia y su manera de ver la vida,es una gran mujer y luchadora!!
Empiezo presentándome, me llamo Laura Roldán, tengo 28 años y soy de Córdoba, mi vida es un tanto complicada, pero gracias a Dios sigo aquí luchando por conseguir mi sueño tan deseado de ser mamá.
Todo empezó el 4 de Mayo de 1988, con solo 2 añitos de edad, cuando una terrible enfermedad llamada Meningitis con septicemia, se apoderó de mi cuerpo, estuve tan malita que temían por mi vida.
Mi madre recorría los pasillos del hospital viendo a niños que habían pasado por lo mismo que yo, y que por desgracia no habían tenido mi misma suerte. Los médicos no se explicaban como aquella enfermedad no acabó con mi vida o con algún tipo de secuela. Por suerte aquella desgracia no llegó a más, y mi vida siguió adelante.
Los años pasaban y me dediqué a la danza en cuerpo y alma. Para mi era como entrar en otro mundo donde todo era maravilloso, era tan feliz!
Más tarde empecé a tener una relación con el que ahora es el hombre de mi vida, éramos solo unos niños! Fueron unos años mágicos, todo nuestro mundo era un océano de felicidad.
Seguían pasando los años y en el año 2008, con 22 años decidimos casarnos. Empezamos con los preparativos de la boda. Todo era nervios, alegria e ilusión. Era maravilloso pensar que pronto seria la esposa del amor de mi vida. A pocos meses de la boda volvió la terrible enfermedad. Yo me encontraba mal pero creía que podría ser gripe o alguna otra cosa, jamás pude pensar que podría ser otra vez meningitis. En pocos días empecé a sentirme muchísimo peor. Las tres veces que fui a urgencias me decían que era infección de orina o que realmente había perdido la razón. Llegó un momento en el que no aguantaba ese gran dolor de cabeza y no soportaba que nadie me tocara o sencillamente me hablase. Me sentía frustrada porque veía que cada vez me encontraba peor y no me hacían nada, dentro de mí sabía que algo no iba bien.
Los días pasaron y por fin me ingresaron, gracias a mi madre lo puedo contar. Ella insistió en que los médicos de urgencias me vieran, y gracias a ello no acabó en un mal desenlace.
Después de hacerme una punción lumbar me diagnosticaron la enfermedad. Los médicos no salían del asombro puesto que nos dijeron que es muy raro pasar por esta enfermedad dos veces. Estuve tan malita que perdí la orientación de todo lo que me rodeaba. Otra vez más pasé al borde de la muerte, pero mi cuerpo y mi alma son tan fuertes que de nuevo a las semanas volví a casa.
No me dieron el alta definitiva puesto que tenía que ir a revisiones para ver que tal iba todo. Para mí eso era suficiente para remontar y seguir con los preparativos de la boda. Sabía que me quedaba poco tiempo para organizar todo, pero era optimista.
Cuando fui a mi primera revisión con el neurólogo, del cual estoy súper agradecida por cómo me trató y sobre todo por su empatía y humanidad, al mirarme el fondo del ojo se puso nervioso y llamó a más médicos. Entraba y salía de la consulta, mi madre y yo nos mirábamos, y solo con la mirada nos dijimos que algo no iba bien, efectivamente me ingresaron de urgencia por tener un edema papilar muy sospechoso.
De repente el optimismo que había tenido todos estos años se había ido al garete, pensaba que por más que luchara nunca podría salir de ese pozo tan oscuro. Pensaba que nunca sería feliz porque siempre pasaba algo malo. Los médicos subían de vez en cuando para ver si podía leer revistas y cosas que me traían. Creían que podría perder la vista, y esa posibilidad me supuso otro batacazo que no sabía si podría afrontarlo. El no saber si podría verme vestida de novia fue unos de los peores momentos de mi vida.
Un día como quien no quiere la cosa o mejor dicho por una vez más un milagro de Dios, el edema desapareció, sin operación ni nada. En ese momento mi vida se cubrió de colores y supe que por fin me podría casar!
Mi novio en aquel entonces y yo decidimos que en nuestra primera noche de bodas empezaríamos a buscar a nuestro bebé, porque pensábamos que por qué esperar más tiempo. Después de todo lo pasado no esperaríamos más, porque sabíamos que la vida es corta y para que desperdiciar más tiempo.
Por fin llegó nuestro gran día y pudimos cumplir nuestro sueño de casarnos, por fin éramos marido y mujer con todas las letras.
Pasó un año y no me quedaba embarazada, así que decidimos ir al médico para ver qué es lo que ocurría. Después de un sin fin de pruebas llegaron a la conclusión que mi marido tenía un problema con sus bichitos llamado AZOOSPERMIA, lo que viene a ser ausencia de espermatozoides. No nos lo podíamos creer, es como si te clavaran un puñal en el corazón, piensas que por qué a nosotros. Por qué solo nos ocurren cosas malas…..en fin, tristeza absoluta. Pero como buenos luchadores remontamos el vuelo y seguimos adelante. Decidieron hacerle una biopsia testicular y con ello obtuvieron 2 bichitos, uno medio muerto y el otro más o menos bueno. Nos dijeron que sería hacerme una ICSI (MICROINYECCIÓN ESPERMÁTICA), porque aparentemente yo estaba bien. Me consideraban una chica sana y sin ningún problema a pesar de haber pasado por todo eso. Empecé a pincharme en la barriga lo que en el mundo de las infértiles le llamamos banderillas, jajajaja, es una forma más cómica de llamar a esas inyecciones que nos ponemos para crear esos folis tan valiosos para nosotras. Cuando llegué al último control para evaluar cuantos folículos había para la punción, se llevaron la sorpresa de que solo tenía 5. Estaban convencidos que sería porque fue un mal ciclo, pero aun así, decidieron seguir adelante.
El día de la punción fue mágico, porque a pesar de que en los seminigramas de mi marido no encontraban bichitos, ese día encontraron 4 campeones. En ese momento pensamos que todo había acabado, pensamos que había sido más fácil de lo que nos creíamos. Por supuesto pecamos de ignorantes.
Después de estar hasta las 13.00 de la tarde esperando a que me dieran el alta, por fin me la dieron. Nos fuimos súper felices a casa, pensando que todo iba sobre ruedas. Al día siguiente me llamaron diciéndome que los 4 folículos que me absorbieron habían conseguido fecundar todos. No nos lo podíamos creer! Éramos tan felices que nuestra felicidad no cabía en nuestros cuerpos. Nos dijeron que la transferencia seria al día siguiente. Cuando llegamos a la clínica nos dieron malas noticias, solo nos podían transferir un embrión de clase B, porque los otros 3 eran de calidad: C y D. Nos dijeron que si me transferían alguno de los otros 3 podrían hacer abortar al de clase B. Así que después del batacazo me transfirieron a ese campeón. Ahora venía lo peor, la espera de esos 14 días desesperantes, los cuales las infértiles llamamos BETAESPERA.
Fueron 14 días de incertidumbre pero también de esperanza y alegría, puesto que los dos estábamos seguros de que estaba embarazada, la barriga parecía una pelota de hinchada y dura que estaba. Mis senos eran dos rocas y mi estómago estaba revuelto, todo apuntaba a que estaba embarazada! El día a día era mirar carritos de bebés por internet, cunitas, ropita….etc. Todo era maravilloso, hasta el día de la Beta, la que por desgracias fue NEGATIVA. Mi alma se rompió en mil pedazos y dentro de esos pedazos, pedacitos más pequeños. Era como si nuestro corazón se retorciera de dolor.
Me dijeron que esperara a que me bajara la regla y dejar ese mes pasar, y así fue, llego el mes en el que retomamos los tratamientos y empezamos con nuestra segunda ICSI. Llegaron otra vez las noches de pinchazos e incertidumbre, pero a nosotros nos daba igual, nuestras ganas de ser padres podía con todo eso.
Llegó el día de control de folículos y para nuestra desgracia solo obtuve uno. Las cosa iba de mal en peor, y eso que me pusieron el doble de medicación para obtener más folículos que la primera ICSI. Esto confirmó lo que los médicos temían y era que aparte del problema de mi marido por el esperma ahora resulta que yo también tenía problemas por ser baja respondedora. No nos podíamos creer que todo esto nos pasara a nosotros, nos preguntábamos que porque solo nos pasaban cosas malas. Después de que los médicos hablaran con nosotros, decidieron cancelar el ciclo puesto que con uno solo era perder el tiempo.
Nada, había algo que no quería que levantáramos cabeza. Como es normal tuvimos que dejar pasar ese ciclo. Pasó ese mes y llegó el gran día para empezar con nuestra tercera ICSI. A pesar de todo lo que llevábamos sufrido nada ni nadie nos quitaría las ganas de luchar por nuestro sueño, éramos fuertes y podíamos con todo.
Pues bien llegó el día de empezar otra vez y al llegar el control de folículos sólo obtuve dos maduros. Entonces decidieron aprovechar ese ciclo para IA y así no desperdiciarlo. Los médicos nos dijeron que aunque fuera baja respondedora seguro que mis óvulos eran de buena calidad, solo que habría que cambiar a donante de esperma y eso hicimos. Cuando salimos de la clínica no nos explicábamos lo que había pasado, fue todo tan raro y tan rápido que apenas tuvimos tiempo de reaccionar a toda esa información. Nos fuimos confundidos y con un dolor enorme en el pecho puesto que renunciábamos definitivamente al ADN de mi marido.
Me dijeron que me pinchara ese mismo día y al día siguiente me pincharía el Ovitrelle. Esto era nuevo para nosotros puesto que era nuestra primera IA. Llegó el gran día de la inseminación, el cual fue perfecto, exceptuando el momento en el que mi marido tenía que coger el tubito donde venía el esperma del donante. Eso le hundió, pero él se hizo el fuerte para que yo no notara nada. Lo cogió con fuerza y se lo volvió a dar al médico, todo fue bien, llegamos a casa y era una sensación de alegría y pena por haber renunciado a su ADN.
Pasaron los 15 días y llegó el día del test de embarazo, con las IA no hacían betas sino test de embarazo. En ese momento las manos te sudan y el corazón te va a mil por hora. En ese momento no atinas a desenvolver el envoltorio, piensas que quizás es mejor llenar un vasito para que la orina esté más concentrada o que quizás es mejor directamente al instante de orinar. Coges el predictor y lo dejas en una superficie plana y lo tapas para que sea más efectivo. No quieres mirar por miedo y tras pasado un rato ves un NEGATIVO. Pero ese es el momento en el que, a pesar de ver ese negativo, piensas que a lo mejor no pasó el tiempo suficiente para que salga positivo. Y aunque poco a poca vas asimilando ese negativo sigues teniendo ese mínimo de esperanza de que en la próxima vez que te acerques a verlo sea positivo. Y vuelves… y por supuesto, el negativo sigue ahí. Es en ese momento cuando realmente bajas a la tierra y ves que todo ha sido inútil. Es en ese momento cuando piensas que has hecho algo mal, maldices el mundo y sientes que no vales para nada. Ese momento en el que definitivamente estas hundida. Y entonces tienes que decirle a tu pareja que ha sido negativo, eso es lo peor. Los dos lloramos a lágrima suelta y después de llevar un rato, hablamos de todo lo que había pasado y seguimos adelante a pesar de todo.
Después de ese día todo fue de mal en peor, cuando fuimos al médico nos dijeron que agotaríamos todas las IA y si no funcionaban podríamos agotar otro intento de ICSI que nos quedaba.
Así empezó mi camino con las IA, una tras otra y todas absolutamente negativas y entre ciclo y ciclo, para rizar más el rizo, siempre se me quedaban folículos residuales, toda una Odisea! Llegó el día en el que agotamos las 6 IA y pusimos las esperanzas en nuestra última ICSI.
Después de todo eso hubo un parón por vacaciones, claro está en la SS no puedes hacer nada en vacaciones de verano. Así que pasamos el verano pensando en esa ansiada y última ICSI que nos quedaba.
Por fin llegó el día de nuestro noveno y último tratamiento. Ese día fue uno de los peores de mi vida puesto que en ese momento los médicos acabarían con todas las esperanzas que tenía de ser madre. Cuando llegué a la consulta el médico me miró muy serio y con una frialdad increíble y me dijo que no me harían más tratamientos puesto que yo ya no era apta para concebir niños, dado que era baja respondedora. Tenía baja reserva ovárica y mis óvulos eran de mala calidad. De verdad que no daba crédito a sus palabras. Por un momento pareciera que oía la voz del médico lejana, como si me hubiera quedado sorda, como si el mundo se paralizada. En lo único que pensaba eran esas palabras de ese médico que me dijo que no era apta para concebir por la vía de la SS. Vamos, hablando claro: ME DABAN LA PATADA , a pesar de que me quedaba otro intento de ICI. Yo bloqueada salí de allí en shock. Me preguntaba qué habría hecho en otra vida para merecerme todo esto. No podía creer que Dios me abandonara de esta manera.
Al día siguiente y pensando en frio decidí pedir mi informe médico, y así fue, entré a la clínica y una de las médicas , que la verdad fue la única que se preocupó por mí, me dio ánimos y me habló muy claro. Me dijo que lo único que podía hacer es ciclo con doble donante, que sería la única opción de quedarme embarazada. Fue muy doloroso escuchar todo eso, pero ahora agradezco sus palabras.
La sorpresa fue cuando al llegar a casa abrí el sobre del informe y me ponía que tenía endometriosis, que esa era otra causa de mi infertilidad! No daba crédito! Enseguida llamé a la clínica y me dijeron, que sí que tenía endometriosis en el ovario izquierdo. Yo pensaba que sería un error, puesto que nunca me habían dicho nada de eso. Les pregunté por qué eso no me lo dijeron antes y ellos no supieron darme una explicación. De verdad estaba tan harta de todo y estaba tan incrédula a toda esa situación que decidí pedir mi historial clínico para poder así asegurarme de que aquello era verdad.
Después de un sin fin de trabas que ocurrieron hasta tener el historial en mis manos, definitivamente vi, que mi endometriosis era cierta. No dejaba de preguntarme porqué yo, que porqué Dios no me daba un respiro para poder remontar tantos momentos dolorosos a lo largo de mi vida y llegar a ser feliz.
A partir de ahí fue un antes y un después en mi lucha. La crisis económica que azota tan brutalmente España llamó a mi puerta y decidió embargarme mi piso. Ese piso en el que tantas ilusiones pusimos mi marido y yo, esa crisis que nos dejó a los dos sin trabajo y sin ningún tipo de ingresos, salvo unas ayudas del estado que a día de hoy ya las hemos agotado. Y aquí seguimos sin nada y sin ningún tipo de ingresos para poder reanudar la LUCHA POR SER MAMÁ.
Ya estamos en el año 2014 y todavía sigo sin conseguir mi sueño, es todo tan frustrante…es tan frustrante el querer seguir intentándolo y no tener dinero para poder hacerlo.
Con todo lo que hemos vivido, hemos decidido intentar con DONACIÓN DE EMBRIONES, puesto que por nuestra economía y porque al tener que ser con doble donante, decidimos que lo mejor era DONACIÓN DE EMBRIONES. Fue una de las decisiones más difíciles de toda mi vida, pero aunque suene extraño es como que me he quitado un peso de encima, porque es inútil seguir pasándolo mal. Ya no por los pinchazos que eso para mí es lo más fácil de estos tratamientos, sino por el desgaste físico y emocional de pasar por más negativos. No quiero sufrir más, quiero tener por fin en mi vientre unos embriones de buena calidad y tener la esperanza de que realmente pueda conseguir mi embarazo.
He pasado unos meses muy malos porque se me ha juntado todo: los ocho tratamientos negativos, el ser baja respondedora, tener baja reserva ovárica, tener endometriosis, mala calidad ovocitaria y la azoospermia de mi marido. También mi mala situación económica que es la que no me deja avanzar, y también el lastre de haber pasado por dos Meningitis. Tengo que añadir que tras la última enfermedad se creó una pequeña malformación en una venita de mi cerebro la cual hace que tenga un zumbido constante en la cabeza y no me deje descansar del todo.
No quiero dar pena ni compadecerme de mi misma, pero es que creo que tengo derecho a ser feliz de una vez por todas. Tras toda esta lucha he creado un blog llamado LUCHA POR SER MAMÁ, el cual me ha servido para desahogarme cuando lo he necesitado. Es como un verdadero amigo que está ahí siempre que lo necesitas, he entrado en un mundo cibernético en el que he conocido a personas maravillosas, a personas que aunque nos encontramos lejos físicamente las siento tan cerca que he llegado a quererlas muchísimo. Son unas mujeres maravillosas, tanto es así que han creado una cuenta bancaria para que todo el mundo que quiera me pueda ayudar. Para mí esto significa muchísimo , de verdad que estoy súper agradecida y no sabré nunca como agradecerles este gesto de solidaridad desinteresada que han tenido conmigo. Ellas saben quiénes son, algunas han conseguido sus embarazo y otras aún siguen en la lucha, pero estoy segura que pronto lo conseguirán, se merecen todo lo bueno que les pueda pasar.
Espero que con mi historia pueda ayudar a aquellas almas perdidas llenas de dolor e incertidumbre, esas almas que no saben qué hacer, o esas almas que aún siguen en la LUCHA POR SER MAMÁ.
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Wowww que historia!!!sin palabras,un ejemplo de mujer una GRAN LEONA!! Natalia.
La verdad para sacarse el sombrero!! Una lucha a todo pulmon por ese deseo que tanto anhelamos todas… Ser Madre!! No desesperes, yo tambien busco hace mucho tiempo… desde 2008 y estamos en 2014 y nada aun…..Laura