No se por donde empezar. Giselle y su marido pasaron lo que creo que es uno de los peores momentos de sus vidas. Se me parte el alma mientras escribo estas palabras.
Y fueron lo suficientemente fuertes como para salir adelante. Y finalmente llegó el regalo de la vida. No sin antes haber pasado por una lucha incansable e incesante. Giselle, de todo corazón quiero que sepas que admiro tu fortaleza. Tu historia me dejó sin palabras. Nisiquiera puedo hacer un chiste con tu última oración. Vos y tu marido son un ejemplo.

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Me llamo Giselle y al día de hoy tengo 36 años. Soy del partido de Gral. San Martín pcia. de Bs. As., por ahora soy ama de casa (aunque no me gusta planchar) y me encanta ir de shopping.

Con mi marido nos conocimos en Noviembre de 2000, comenzamos a salir en Febrero de 2001 y nos casamos en Junio de 2006. Comenzamos la búsqueda del tan ansiado embarazo la misma noche de bodas, yo hacía 2 años que estaba medicada por hipotiroidismo y tenía diágnóstico de poliquistosis ovárica, los meses iban pasando y nada. Consulté con mi ginecóloga, me mandó a hacer una histerosalpingografía (creo que era así) y salió bien, fui con una nutricionista porque necesitaba bajar de peso y después de algunos análisis me dijo que tenía resistencia a la insulina. El tratamiento consistía en hacer dieta y ejercicio y según los médicos que veía (ginecóloga, nutricionista y endocrinóloga) eso iba a ser suficiente para lograr el embarazo. Pero nada de eso sucedió, y entre estudios y análisis pasaron 3 años. En el 2009 consultamos en un centro de fertilidad de la zona, después de ver todo mi pasado reciente me indicó estimulación ovárica y relaciones programadas, nada….. En los dos meses siguientes se le fueron agregando inyecciones (HCG o algo parecido) y odiaba las relaciones programadas!!!! Encima estaba con unos dolores de ovarios terribles. Llegó el 2010 y suspendimos el tratamiento por las vacaciones, nos fuimos a Miramar, visitamos el bosque energético y nos olvidamos de todo. En Marzo empecé con naúseas, pensé que era algo que me había caído mal, pero no… ¡¡¡estaba embarazada!!! no podía parar de llorar de la felicidad y de la angustia porque estaba con pérdidas. La eco dio 6 semanas y estaba perfecto, podía oir su corazoncito latir y mi instinto me dijo que era un varón. Y así fue, aunque después de estar casi un mes internada el corazón de Benicio dejó de latir un día antes de cumplir las 28 semanas de gestación, me había quedado sin líquido amniótico y el obstetra no había querido hacer una cesárea porque era muy pronto. Me indujeron el parto y me llevaron y me dejaron en una sala, sola….. Parí a mi hijo sin asistencia, a mi marido no lo dejaban pasar porque no había médico que lo autorizara, el sufrió afuera escuchando mis gritos, yo solo recuerdo a una enfermera que entraba y salía diciendo «ésto es un horror», ese horror al que se refería era mi bebé viniendo a éste mundo sin una mano que lo sujetara.

Pasaron 9 meses y aún no tenía respuestas, llegué a Halitus y la especialista en fertilidad me derivó con una hematóloga (me diagnosticaron SAF) con una endocrinóloga (que me medicó por la insulinorresistencia) y con una nutricionista (con la cual bajé 13 kg), mi marido vió a un andrólogo y después de un espermograma le recetaron azidac plus, con todo ésto volví con la especialista y empezamos con la estimulación ovárica; resultado: un folículo, opción 1: relaciones opción 2: inseminación artificial, así que «elegimos las 2».

En Mayo de 2012 nació Felicitas, nuestro milagro. Nosotros soñamos a nuestros hijos mucho antes de empezar a buscarlos, y fuimos padres desde el primer momento que empezamos a desearlos.

Maru perdón si hice muy larga nuestra historia (porque mi marido lloró, sufrió y la peleó al lado mío), vos sabrás resumirla. El blog lo conocí por el grupo de SAF y embarazo y me encantó tu forma de pensar y expresarte, cada vez que puedo leo tus notas y no puedo dejar de emocionarme y reir con ellas. La anécdota más graciosa te la debo (es xxx)

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