El día que tuve que comprarme un pastillero, pasaron muchas cosas. La primera fue no poder comprender porque están divididos por día. Si una persona toma una o dos pastillas por día, no tiene muchas chances de equivocarse… ¿no?. A menos que tome pastillas para la memoria, justamente.

Y si una persona es infértil, mas que por día deberían estar divididas por horas. Y me gustaría mucho que existan *inyecteros sobre todo cuando estamos en época de in vitro.
*nueva palabra inventada por mi, ya pedí a la Real Academia Española que la incluyan en el lenguaje Español formal.

La segunda cosa que me pasó es verme armando todas las noches mi cocktail, cual drogadicta bien organizada. Sublime.

Pero todo tiene una explicación. Y acá está la explicación del «porqué» tuve que comprar el bendito pastillero:

Una noche suena la alarma del celular, sabía que a las 23 hs. me tenía que tomar el anticonceptivo del ciclo previo a la ICSI, así que me acerqué a la cocina, donde guardo los medicamentos «en uso», tomé una tableta, me serví un vaso de agua, tragué… y me fui al living a seguir mirando la TV.

A la hora me empecé a sentir incómoda, me sentía rara, como que algo estaba mal, sentía que había pasado algo por error. Y me alarmé, volví a la cocina saqué el blíster de las doscientas cosas que tomo y empecé a contar droga por droga las dosis que había tomado según el día que había empezado a tomarlas.

Descubrí el error: una hora antes no me había tomado el anticonceptivo… volví a tomar una pastilla de Metformina: «listo, voy a pasar el viernes cagándome encima«.

Me había tomado dos dosis de Metformina en menos de tres horas de diferencia. Mi viernes dentro del inodoro era un hecho.

Así que sin muchas dilaciones, al otro día, entre retorcijones de panza al mejor estilo «que nervios que tengo, espero que me vaya bien en el examen«, me acerqué a la farmacia amiga del barrio y pedí un «pastillero». El farmacéutico me preguntó que clase de pastillero buscaba, y le pedí cualquier «pastillero anti-boludas«. Y compré ese, el de la foto que aparece arriba.Resolví todo con $6 ARS (es decir, casi u$s 1), o al menos eso creía.

Para complementar yo recomiendo programar una serie de alarmas, pero con nombre, porque a veces uno toma tantas cosas juntas que termina equivocándose… (ni idea por quien lo digo, jajajaja). En este caso IPhone es y será «my best friend ever«. Acá está mi ejemplo, y no me alcanzó la pantalla para mostrar un día completo.

Todo este circo de pastillas, colores, formas y efectos secundarios me hacen acordar a mi abuela paterna. Siempre, pero siempre, tenía alguna droga para meterse en el organismo, cosa que siempre le critiqué, porque la mayoría se las tomaba por su hipocondría y por su adicción al pucho. Sera ese, tal vez, el motivo porque el que yo relaciono muchos medicamentos = envejecer.Volviendo al tema, el problema de tanta pastilla acarrea consecuencias lamentables si se suma algún síntoma indeseado como: dolor de cabeza, dolor de muela, etc. Porque debemos agregar otras drogas más, a las ya programadas, y terminamos volando en sueños multicolores como Los Beatles nos cantaban en «Lucy In The Sky With Diamonds«, y agarrate si esa noche te comiste una pizza con cerveza, el alcohol potencia los efectos adversos. No señora, no tome alcohol mientras está hiperestimulándose.Tengo muchas cosas que contar, así que este va a ser un posteo corto. Ya estoy redactando el que sigue.

¿Alguien más se compró un pastillero de vieja?… ¿alguna mas se la pasó cagando por error?… preguntas, preguntas…

¿Cómo vengo?… estoy actualizando mi tratamiento FIV-ICSI de forma diaria acá: Mis tratamientos – Actualizando día a día la ICSI – FIV

¡Nos vemoooos leonas!.

Y nos vemos leones, también, sé que los hay 🙂